19/6/15

Monólogo vs. Discurso político

el villano arrinconado, chistes, humor, satira, monologo
Monologuista, buscando la risa
el villano arrinconado, chistes, humor, satira, esperanza aguirre
Político, buscando el voto

Son dos géneros de comedia totalmente diferentes, pero cada vez gozan de más similitudes. Uno intenta robarnos una sonrisa… y el otro un voto.
Vamos a procurar diferenciarlos y verlos al detalle.

Monólogo:
El protagonista es un artista con recursos humorísticos.
Discurso político:
El protagonista es un político profesional con recursos dialécticos.

Monólogo:
Pagas por ver, si no es de tu agrado hay posibilidad de silbar y patalear. En casos extremos hay quien tira objetos fofos y romos al artista, es aceptado pero actualmente ha caído en desuso.
Discurso político:
La entrada es libre o mediante invitación. Si el espectáculo no es de tu agrado y protestas eres expulsado. Si tiras objetos al político ­–independientemente de su forma, material y consistencia– eres detenido.

Monólogo:
Construye una ficción, una historia bufa llena de humor donde buscan la complicidad del espectador.
Discurso político:
Construyen una ficción, una historia en apariencia real de logros y promesas donde busca el voto del espectador.

Monólogo:
Gesticulan exageradamente, utilizan pausas y recursos de entonación para despertar la hilaridad del público. Cuando se muestran serios en exceso no gustan ni convencen.
Discurso político:
Gesticulan moderadamente, los recursos de entonación suelen ser monótonos o pecar de agresivos. Cuando se muestran bromistas y cercanos, el público recela.

Monólogo:
Las bromas y chanzas hacia personas e instituciones son reídas, aplaudidas y celebradas con sonoras carcajadas. No hay consecuencias posteriores.
Discurso político:
Las bromas y chanzas hacia opositores, personajes o instituciones son celebradas por su auditorio, pero pueden acarrear al político problemas, reprimendas e incluso la dimisión.

Monólogo:
Al terminar se despiden inclinando cortésmente la cabeza, aplaudiendo al publico y lanzando besos al auditorio.
Discurso político:
Al terminar se despiden alzando y agitando el brazo. En casos extremos pueden alzar los dos brazos, unir las manos por encima de la cabeza y agitarlas. Los más moderados levantan los brazos, abren las manos y muestran las palmas. ¿Manos limpias?.


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