17/5/16

El 15-M, in memoriam

el villano arrinconado, humor, chistes, reir, satira, el 15-M


El 15 de mayo del 2011, en plena crisis económica, apatía política y desmovilización ciudadana, nacía un movimiento espontáneo con la loable intención de promover una democracia más participativa, mejorar el sistema democrático, promover una sociedad más justa y hacer de la utopia ilusión.

Con las tasas más altas de paro, las peores condiciones laborales, los recortes más salvajes y el futuro más oscuro, los ciudadanos expresaban su queja en el sofá de casa, en la barra del bar o en la mesa de trabajo. Una fatalidad que había que asumir y unas políticas económicas durísimas que acatar… para –en teoría– volver a mejorar. La zanahoria y el palo.



Todo esta apacible resignación se quiebra y se convierte en indignación. Se inician las protestas, se piden cambios y con el tiempo nace una nueva formación política. Mejor dicho, dos formaciones políticas. Una de ellas con gente ajena hasta ese momento a la política activa y otra con gente de otras formaciones políticas, con experiencia… y sin futuro en sus respectivos partidos. Nacían PODEMOS y CIUDADANOS, dos formas diferentes de encarar la política.

El político profesional, con plaza fija, se molestó. La alternancia de partidos puesta en duda. Diputados, senadores, presidentes, consejeros, concejales y alcaldes de los dos principales partidos, preocupados por su puesto de trabajo… como todos los españoles. Otros, más asustados que preocupados, por si su salida del poder destapaba corruptelas hasta ahora ignotas.

Cambiar la política es difícil, hacerla más participativa complicado, realizar reformas económicas justas y equilibradas tarea de titanes, luchar por ello en Europa misión imposible. Pero hay que intentarlo, hay que maridar realidad con utopía para avanzar.

Si no se intenta, si se olvidan las promesas, si nos dan más de lo mismo, siempre podemos volver a gritar… “¡Que no, que no, que estos tampoco nos representan!”. Siempre nos quedará la Puerta del Sol, siempre nos podemos volver a indignar.

No podemos perder la ilusión y desertar de la política. Si dejamos de tomar nuestras propias decisiones políticas, otros las tomarán por nosotros… y posiblemente luego no nos gusten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta lo que quieras. Pero recuerda, siempre con educación y moderación. No te vemos pero te leemos. Evítame tener que moderar/censurar tu comentario... detesto ese trabajo. Gracias, un saludo y bienvenido.