Cañete: ¿Papa pitufo o el abuelito de Heidi?

Por fin hemos podido mandar a Bruselas un digno representante para luchar contra la "Maléfica" Merkel, los "Tres Cerditos" de la Troika y cualquier otro personajillo europeo que nos intente estropear el cuento. Queremos que nuestro cuento termine siendo felices y poder comer todos perdices.

Aunque no sean sus nietos, Cañete va a sentar a todos esos nenes malos en sus rodillas y afearles los ajustes que nos piden, las multas que nos endilgan y los rapapolvos que nos echan. Regañina y azotaina para esos infantes tan europeos ellos...

Con su superioridad intelectual ­–por el mismo reconocida­–, sus recuerdos académicos de bachiller durante el franquismo y su desparpajo, les va a convencer que: "España, unidad de destino en lo universal" no merece ese maltrato europeo.

Si esto no es suficiente, maravillará a tan díscolos europeos con sus batallitas. Les relatará sus estudios con los jesuitas de Madrid, sus años en el europeo Trinity Collejas de Dublín y su licenciatura en Derecho por  la Universidad Complutense. Continuará con sus proezas como Abogado del Estado, su enlace matrimonial con una rancia y noble familia ganadera, su larga trayectoria política, su vinculación con empresas públicas y no publicas, sus negocios, sus importantes amigos, sus interesantes vínculos familiares y sobre todo su perfil de hombre culto, viajero y políglota consumado.

No hemos mandado a un cualquiera, sino a la más pura esencia de nuestra patria, de nuestra idiosincrasia.

Los envidiosos, demogogos, populistas, bolivarianos, castristas, izquierdosos rabiosos y demás ralea de villanos,  dirán que este buen hombre es la pura esencia de la "casta",  pero sus más íntimos allegados comentan que nació ya con "casta de político y empresario"… porque no es lo mismo ser de la casta que tenerla por meritos propios.