Yo,
un simple salvaje, llevo años observando al hombre blanco… y veo que no es
feliz. Esta lleno de necesidades, ansioso de inútiles bienes materiales que fabrica
compulsivamente.
Miro
el pie del hombre blanco y siento estupor. La cantidad de cosas que precisa un
simple pie para hacer a feliz a su propietario…
Ese
pie que observo necesita de cortauñas, limas, piedra pómez, masajeadores, gel,
desodorante, crema, esmalte de uñas, "anillos de pie" e incluso
"pulseras de tobillo". ¡No se conforma con agua y jabón!, se ha
convertido en un pie tirano, mimado, posesivo y compulsivo.
Pero
la lista de sus necesidades no termina ahí. Es preciso mimarle, abrigarle, e
incluso protegerle con calcetines, medias, plantillas y zapatos. La variedad y el
precio de estos últimos puede resultar mareante para el salvaje descalzo que
soy.
Todos
estos aditamentos para el pie, hay que guardarlos y limpiarlos regularmente.
Como el ser humano tiene dos pies, ese trabajo y ese gasto económico se
multiplica por dos.
Este
humilde salvaje se pregunta ¿si un simple pie necesita todos esos cuidados y bienes materiales…? ¡que no
necesitará el resto del cuerpo!. El hombre blanco esta rodeado de un exceso de
bienes materiales que piensa necesitar para ser feliz.
Para
poseer estos bienes debe trabajar incansablemente muchas horas del mismo día. No le queda casi tiempo libre para disfrutar de su corta vida. Consume las estaciones del año en trabajos agotadores y tareas poco gratificantes.
El
hombre blanco, además de ser infeliz es tonto.
Bueno yo diría que más que tonto es bastante ignorante, ya que confunde la felicidad con tener cosas materiales y pensar que de esa manera no va a tener más problemas en su vida. La idea es buena, ver al ser humano civilizado occidental desde los ojos de otros seres. Como en la obra Los Papalagis, de Erich Scheurman, un antropólogo alemán de principios del siglo 20 que estuvo por las islas del Pacífico Sur. Muy edificante ver nuestras contradicciones desde otro punto de vista. El jefe samoano Tuiavii de Tiavea nos retrata tal cual somos. Claro que si lo buscas en la Wikipedia, la enciclopedia "libre" te dirán que es un bulo y que se trata de antropología inversa, que no hay "pruebas" de que el jefe samoano nunca diera semejantes discursos a su pueblo. Claro hasta que no se invente la máquinita del tiempo no hay manera de probar absolutamente algo en historia ni arqueología ni antropología, pero tampoco lo contrario, sin embargo los wikipedistas siempre se apuntan a las teorías oficiales, por ser "más respaldadas", mientras que a los que osan disentir de las verdades "aceptadas por la mayoría" los ponen en el capítulo de "teorías de la conspiración". Gracioso concepto, me recuerda a Franco, ya que para él y su camarilla golpista todo el que no estaba de acuerdo con ellos estaba tramando una "conspiración judeo-masónica" o era "comunista", que ahora te dicen "utópico", aquellos que tienen tan poca inteligencia que sólo saben poner etiquetas.
ResponderEliminarEn cambio la liberación del pie nos hará libres a todos. Pisar descalzo tiene muchas ventajas, aunque cueste adaptarse a la libertad, como el que pasa en la cárcel muchos años. Nos conecta con la energía de la tierra, nos hace más resistentes a las enfermedades, al pisar vamos estimulando los puntos reflejos sin necesidad de ir al masaje, la piel deja de sudar y oler mal, y finalmente se endurece y ahorras en zapatos, cremas, desodorantes, cortaúñas, pedicuras, cayistas y toda la industria del pie.
Me gusta tu estilo, villano. Saludos.