¿Nos PODEMOS permitir a PODEMOS?

Ya puestos, prefiero la cerveza

Estaba claro que la corrupción política, el paro y la precariedad laboral iba a pasar factura. Sino hubiera sido PODEMOS, otra formación hubiera liderado el descontento. Y si ninguna formación lo hubiera realizado, posiblemente hace tiempo que la "calle" estaría totalmente desestabilizada.

PODEMOS ha dado a mucha gente la esperanza que esto pueda cambiar democráticamente, en las urnas. Si les quitas PODEMOS, sólo les queda la "calle" para manifestar su rabia y descontento por esta situación. Es cierto que no tienen un programa cerrado, no hay una hoja de ruta bien establecida e incluso algunas de sus ideas y propuestas suenan utópicas para unos y revolucionarias a otros.

Y como fin de fiesta, y eso duele a los principales grupos políticos, quieren cambiar un sistema de vida y privilegios políticos que se pacto y consolidó en la sacrosanta Transición.

Para rematar, son populistas, antisistema, bolivarianos, demagogos, advenedizos, frikis, izquierdosos, no visten de traje, carecen de “casta” política y también puede que tengan sus propias corruptelas. Pero hay algo que están haciendo muy bien, venden “esperanza”. Esperanza que esto cambie a mejor para la mayoría de los ciudadanos, no para algunos ciudadanos.

A los votantes se les pueden engañar una vez, dos, pero a la tercera aprenden a no tropezar con la misma piedra. Saben que no pueden votar a un PP corrupto porque sería perdonar y suscribir tales prácticas, ni a un PSOE inoperante –también corrupto– que en la anterior legislación no supo o no quiso dar soluciones. El resto de las siglas, desde IU a UPyD aportan el discurso político, profesional, crítico –pero no contundente, resolutivo y efectivo– de quien acepta el juego y espera humildemente ser el tercero en discordia, arañar unos diputados más y posicionarse para saltar a la primera división… del bipartidismo. Faltaría saber como ven los votantes a los partidos de ámbito autonómico.

PODEMOS restaura la ilusión, pero los más villanos nos preguntamos cuanto durará esa ilusión. Al final la política es una vorágine de dinero, poder y ambición que termina abduciendo a todos los que participan, convirtiéndoles a su vez en "casta". Pero con el voto y las urnas, podemos cambiar una y otra vez esa situación, hasta que la mollera de nuestros políticos vea la “luz” y aprendan el significado de la palabra ética, dignidad y solidaridad. ¡Voto Brios que al final van a ser todos unos malandrines!.

Llegan tarde las lamentaciones de arriba y sólo les queda el miedo como arma. Han tensado tanto la cuerda que se han pasado, imaginando que no habría consecuencias, ni respuesta. Tanto apretar que la gente ha perdido hasta el miedo. ¿Alguien es capaz de dar otra solución, otra esperanza diferente a PODEMOS?. 

Y para concluir: ¿Podremos seguir permitiéndonos a PODEMOS si alguna vez llegan al poder?... ¿o ya se encargarán ellos de cambiarnos sueños e ideales?.

“Cuando el perro grande ladra al chico, o le teme o le odia”. (aforismo de villano)