Emprendedor de última generación... y él sin saberlo |
El cuento es precioso,
maravilloso. Desde el comienzo de la crisis –al tiempo que aumentaba de manera alarmante
el número de parados– políticos, consultores o analistas animaban a este
colectivo a arriesgarse. La idea era brillante, reducir el número de parados,
ahorrar a la Seguridad Social el pago de la prestación por desempleo y además
ponerles a cotizar como autónomos. Convertir, con suerte, varios miles de parados en
triunfantes emprendedores… por arte de magia, persuasión y cinismo.
El primer problema era
proponer a un colectivo, con experiencia de “currito de toda la vida”, la
viabilidad de convertirse en empresario. El segundo convencerle para anular su
prestación, capitalizarla de una tacada, sacar sus magros ahorros del banco o pedir
dinero prestado a familiares para iniciar la aventura. El tercero y más difícil, hacerles
creer que los momentos de crisis son una oportunidad única para triunfar en
los negocios. El cuarto apelar al amor propio, utilizar el "coaching" para motivarlos: ¡Sal de tu zona de confort!.
Las empresas cierran o se
reducen, el consumo de los hogares cae en picado y los bancos niegan créditos. Da igual, los emprendedores llegaban para revertir todo esto con
sus ideas brillantes, con su tenacidad y su formación. Llegan para sacar al
país de crisis, para trocar parados en empresarios, lo podemos hacer porque con
crisis o sin crisis “Spain is different”. El lema del franquismo continua
haciendo estragos.
Estos tres problemas se resuelven
fácilmente con propaganda. Emprendedor si, parado no. Gobierno y Comunidades
ponen en marcha un sistema de propaganda y un discurso machacón e irresponsable,
cuando no hipócrita, respaldados por economistas, políticos, consultores,
analistas e incluso tertulianos… la mayoría de ellos trabajadores por cuenta
ajena, asalariados y funcionarios que ni de coña piensan “emprender” nunca nada. Y por supuesto,
para saber más, se editan libros (algunas editoriales hacen su agosto),
panfletos, folletos e Internet se llena de información y propaganda. El emprendimiento al alcance de tú mano... y tú bolsillo.
En estas charlas es
tremendamente emotivo oír a un político, que nunca han emprendido nada, no ha trabajado en la empresa privada y lleva décadas viviendo de lo público, hablar
de emprendimiento. En verdad, que viendo como viven algunos, dan ganas de
“emprender” la aventura política.
Al final los datos son más
bien truculentos. Tres de cada cuatro negocios cierran antes de cumplir los dos
años, ocho de cada diez autónomos declara que no llega a mileurista, el número
de falsos autónomos y autónomos dependientes ha ido en aumento desde el
comienzo de la crisis. Como colofón, cada vez más empresas ofertan un puesto de
trabajo… comercial con contrato mercantil (por llamarlo de alguna manera).
Y para terminar, la
tragedia de muchos emprendedores que han cerrado sus negocios con pérdidas: sus
escasos ahorros se esfumaron con el emprendimiento, han contraído importantes deudas con bancos, familiares y proveedores. Y para rematar la faena no tienen ya derecho al paro.
Una curiosidad más. En el diccionario de la Real Academia Española
podemos leer:
emprendedor, ra.
1 1. adj.
Que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas.
Luego advierten, en la vigésima tercera edición la definición va a ser enmendada (edulcorada) y quedará de la siguiente manera:
emprendedor,
ra.
1.
adj. Que emprende con resolución acciones o
empresas innovadoras. Es una mujer muy
emprendedora. Apl. a pers., u. t. c. s. Un negocio
para emprendedores.
2. adj. Propio de la persona
emprendedora. Carácter
emprendedor.
Visto lo cual, y gracias a
la Real Academia, el tema del emprendedor sólo puede ir a mejor. Ya no son acciones "dificultosas" o "azarosas", ahora son: "empresas innovadoras". Hasta la RAE nos anima y desea lo mejor...
NOTA: para complementar puedes leer aquí sobre las franquicias y aquí sobre los negocios piramidales y similares.
NOTA: para complementar puedes leer aquí sobre las franquicias y aquí sobre los negocios piramidales y similares.
Totalmente de acuerdo con la mayoría de los argumentos que detallas en el artículo. A todo lo que mencionas, en mi opinión hay que añadir 2 cosas :
ResponderEliminar1) El poco reconocimiento social que tiene el trabajador manual (si decides serlo).
2) La mayoría de los autónomos (trabajadores manuales ó no) no está preparada para gestionar su pequeña empresa, ni saben lo que es dar un buen servicio, ni son capaces de evaluar el riesgo de una inversión insostenible, ni siquiera se dan cuenta de que el cliente es el dueño de su negocio, y hay que mimarlo.
No les culpo de nada. Al ser una vía que no han elegido ellos libremente, no pueden saberlo todo sin formación.
Ahora bien, pienso que con sentido común, regularidad y mucho trabajo, (y en una economía un poco menos apática) puedes tener éxito. Aunque no te hagas rico, puedes conseguir ser feliz. Ser autónomo también es bonito.
Un saludo
Sea, harto que nos vendan motos según lo que toque en cada momento... para luego "vendernos" lo contrario. Un saludo
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