Entrevista con un orco feo y sucio de la Tierra Media

Uruk-Jaja, entrevistado bajo estas líneas

El Señor de los Anillos se saldó con más de 90.000 orcos en las filas del paro. Años después, El Hobbit, puede pulverizar esas cifras. La derrota orca ha dejado sin trabajo y sumidos en la desesperación a más de 200.000 orcos, el triunfo de hombres, hobbits, elfos y enanos no puede ocultar esta tragedia por más tiempo.

Hoy se acerca a nuestras páginas Uruk-Jaja, uno de los miles de orcos que trabajó con Sauron y ahora lo ha perdido todo.

Jaja, ¿cuanto tiempo llevas viviendo en la precariedad?

Pues mira, la derrota de Sauron propicio un ERE que dejó en el paro a multitud de orcos, ahora con El Hobbit la historia se vuelve a repetir pero multiplicando la cifra anterior. El Gobierno de la Tierra Media está alentando nuestra reconversión en emprendedores, pero ni nuestra formación es la adecuada, ni inspiramos confianza a los ciudadanos. No poseemos recursos y tampoco tenemos cualidades. Nunca hemos sido emprendedores, más bien somos seguidores se señores oscuros a quien gusta manipularnos.

De cualquier manera, yo te invito a que pases con un orco a una entidad bancaria a solicitar un crédito…

 Bien es cierto que algunos orcos si han encontrado trabajo…     

Si trabajar por turnos, en horario nocturno y con salarios que no te permiten llegar a final de mes es trabajar, pues si, debo admitir que algunos tienen trabajo. 

Trabajo precario, por supuesto. Un par de ejemplos: compañeros orcos que han trabajado en La Comarca de los hobbies –en trabajos de recolección– cobraban parte del salario “en negro”, en las minas de Moria los enanos obligaban a los orcos a realizar jornadas de más de ocho horas. Además ser feos y oler mal es un handicap para nosotros, nos está vetado todo trabajo de cara al público.

¿Votar a Sauron y trabajar para él os perjudicó?

En un primer momento, Sauron prometió igualdad social y salarial para todas las razas de la Tierra Media. Nosotros pensamos que eso podía eliminar la lucha de clases y hacer una sociedad más justa. Y sobre todo, que se eliminaría el rechazo social hacia nosotros. Los orcos, además de tontos, somos crédulos.

¿Qué motiva el rechazo social hacia vosotros?

Es fácil adivinar, somos feos, sucios, guarros, pobres, carecemos de educación y vamos poco o nada a misa. Además somos muy promiscuos y el color de nuestra piel es “verde vómito”. Somos artesanos, trabajamos más con las manos que con la cabeza, las nuevas tecnologías son de difícil comprensión para nosotros.

Muchos orcos del norte abogan por una independencia. ¿Cómo ven los orcos del centro y del sur este escenario?

Ni hombres, ni elfos, ni hobbies, ni incluso enanos están interesados en una segregación de la Tierra Media si afecta a sus intereses. La verdad es que a los orcos este tema no nos importa, ni mucho ni poco. Bastante preocupación tenemos con saber si llegaremos o no a final de mes. Nos importa un bledo si la Tierra Media se fractura, el tema preocupa más a otras razas que a nosotros.

Se nos muestra en estas declaraciones como un orco descreído, apátrida, anárquico y poco monárquico.

Siempre hemos sido utilizados por la “casta” de los magos y otros. Sauron y Saruman nos han utilizado para sus fines. Pero no sólo los magos, nobles y reyes de la Tierra Media también nos han utilizado y manipulado. En El Señor de los Anillos y ahora en El Hobbit somos carne de cañón, mano de obra barata y abundante para repartir tralla o para trabajar a destajo.

¿Pues el panorama no parece nada halagüeño para los orcos de la Tierra Media?

Nada es poco, tememos nuestra desaparición o ser reducidos a la mínima expresión. Hay un temor generalizado entre los orcos a que se realice una nueva versión cinematográfica de otro libro de Tolkien… volveremos a perder, más orcos al paro.

Estos han sido los comentarios de un orco guarro, feo, sucio, desesperado y desempleado que vive en la Tierra Media y se confiesa harto de magos, nobles y reyes. Pero sobre todo muy harto de Tolkien, por su poca sensibilidad ante este colectivo tan poco agraciado.