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| Además de buenos ahora, son pobres de siempre |
EE.UU ha sacado a Cuba de la “lista negra”: de los países que patrocinan el terrorismo. Y aunque siguen embargados, desembargarles será cuestión de tiempo.
Queda olvidada la crisis de los misiles, Bahía Cochinos y el castrismo comunista, minucias. El cubano es católico y en el peor de los casos ateo. Si fueran de religión islámica ya no serían tan buenos y posiblemente seguirían en la “lista negra”… por malos.
El comunismo también fue en sus buenos tiempos una “religión” peligrosa, con sus terroristas y su “guerra santa” para conquistar territorios y hacer conversos a costa de otra religión: el capitalismo. Ya quedan pocos fieles comunistas, han mutado a descreídos y se han empobrecido.
Los empobrecidos son los ciudadanos, las élites comunistas supieron realizar la transición a demócratas. En España tenemos mucha experiencia en eso de la “transición”, en nuestro caso de franquistas a demócratas.
Cuba está muy cerca de USA, los balseros lo confirman, y es un mercado virgen a explotar. Un paraíso turístico para las privilegiadas clases americanas. Cuba dispone de un enorme colectivo de ciudadanos que siempre han añorado los productos “Made in USA”. No podían permanecer más tiempo en el olvido, se estaban perdiendo nuevos mercados. Un sinsentido en estos tiempo de crisis.
Con Castro, sin Castro o con el hermano de Castro, los americanos ven a los cubanos con otros ojos. Los cubanos son los de siempre, ha debido de variar el “ojo” americano. Son cosas de la política, la geopolítica, la economía, los mercados y el ser humano que necesita saber quien es bueno, malo y regular.
Para eso tenemos los gobiernos, las instituciones y las religiones, para que nos indiquen quien son buenos y quien malos. Para comunicarnos cualquier cambio al respecto y asesorarnos debidamente en nuestras relaciones de amor/odio hacia el prójimo.
Ya lo decía Ciro Alegría, “El mundo es ancho y ajeno”. Lo de ancho se resuelve con la globalización, pero lo de ajeno tiene difícil solución. Ahora los cubanos son buenos, pero seguirán siendo ajenos a los americanos.
Cuba está muy cerca de USA, los balseros lo confirman, y es un mercado virgen a explotar. Un paraíso turístico para las privilegiadas clases americanas. Cuba dispone de un enorme colectivo de ciudadanos que siempre han añorado los productos “Made in USA”. No podían permanecer más tiempo en el olvido, se estaban perdiendo nuevos mercados. Un sinsentido en estos tiempo de crisis.
Con Castro, sin Castro o con el hermano de Castro, los americanos ven a los cubanos con otros ojos. Los cubanos son los de siempre, ha debido de variar el “ojo” americano. Son cosas de la política, la geopolítica, la economía, los mercados y el ser humano que necesita saber quien es bueno, malo y regular.
Para eso tenemos los gobiernos, las instituciones y las religiones, para que nos indiquen quien son buenos y quien malos. Para comunicarnos cualquier cambio al respecto y asesorarnos debidamente en nuestras relaciones de amor/odio hacia el prójimo.
Ya lo decía Ciro Alegría, “El mundo es ancho y ajeno”. Lo de ancho se resuelve con la globalización, pero lo de ajeno tiene difícil solución. Ahora los cubanos son buenos, pero seguirán siendo ajenos a los americanos.
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