Hijos de famosos practicando el "street sandwich"
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Los perros te miraban con interés y la gente con cariño. Los adultos te hacen un guiño cómplice o una mueca para animarte, algunos incluso verbalizan una amable observación: “hummm que rico”. Los niños son más crueles, si llevaban un bocadillo cruzan contigo una mirada de comprensión… pero si han terminado y se han liberado, te miran altaneros y esbozan una sonrisa cínica. Eso duele en un colega.
Tú relación con el “street sandwich” es terminal. Cuando antes le comas, antes finalizará el bochorno de pasearle por la calle. Dejarás de ser el centro de atención y de oír a mama decirte: “llevas toda la tarde con el bocadillo en la mano”.
El final feliz llega cuando mami –compasiva– te perdona el último trozo. Luego con un papel o un pañuelo deja impolutas tus manitas, llenas de grasa y migas. La miras sonriente y feliz, en ese instante quieres mucho a tu mama. Mañana volverás a odiar a mama, al bocadillo y a ir comiendo por la calle.
Antes veías a los nenes comer por la calle, ahora ves a los adultos con el trozo de pizza, con el bocadillo, con el café, con el zumo, con el helado, con la cerveza y con cualquier cosa que se pueda comer o beber. Los nenes se han liberado de esta tortura, pero los adultos han recogido el testigo. Buen provecho.
Sí, hombre, no pasa nada por ir comiendo o bebiendo por la calle; después de todo, se trata de comer, no de cagar a dios gracias. ¡Uuups! Espero que no se sienta obligado a moderar/censurar mi comentario. Espero ansioso su reacción para saber si tenemos futuro usted y yo...
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