Los
primeros casos se dieron ya hace unos cuantos años. Por las misteriosas puertas
entraban políticos y salían consejeros, aunque también se dieron casos en los
que entraban consejeros y salían políticos. La apariencia de la persona al
salir de la “puerta giratoria” era idéntica: el mismo peso corporal,
edad, configuración física, dicción, etc, pero había una variación sustancial
que afectaba a su status, puesto de trabajo y cuentas bancarias. Afectaba a
mejor, las puertas mejoraban situaciones.
Las
misteriosas puertas giratorias sólo admitían a los altos cargos. Los cargos
públicos de bajo rango y poder eran automáticamente rechazados, no se producía
la conversión. Las puertas actuaban como un ente inteligente, los ministros y
presidentes de Gobierno que dejaban la política eran los preferidos de las puertas.
También
se ha dado el caso de que ha entrado un número excesivo al mismo tiempo. Si los
que salen son pocos, los cuerpos de los entrantes queda atrapados entre las
puertas y no pueden entrar hasta que los otros quieran salir. El problema se ha
visto últimamente agravado, ya que son muchos los que quieren entrar y pocos lo
que desean salir.
Los
partidos políticos no han dado suficientes explicaciones, se habla de asunto
clasificado, encuentros en la tercera fase e incluso de secretos de estado. Un
conocido político realizó hace meses una declaración sibilina respecto a las
mencionadas puertas: “A veces entramos y
otras salimos”. El misterio sigue sin resolverse.
(*) En España, la incidencia del fenómeno
ha sido considerable en los gobiernos de Felipe
González, José María
Aznar, José Luis
Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Tres de cada diez ministros que dejan
la política, al cesar en sus cargos se embarcan en actividades en la empresa
privada. Del Consejo de Ministros al Consejo de Administración, en muchos de
los casos en labores de representación y tareas de lobby, aunque también de
dirección.
Ex presidentes de Gobierno y altos cargos de las diferentes
Comunidades Autónomas se han aprovechado igualmente de las “puertas
giratorias”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras. Pero recuerda, siempre con educación y moderación. No te vemos pero te leemos. Evítame tener que moderar/censurar tu comentario... detesto ese trabajo. Gracias, un saludo y bienvenido.