Nos ponemos más serios de lo habitual y analizamos a estos cuatro muchachotes |
Los partidos políticos, como cualquier empresa, tienen sus
puntos fuertes y débiles, sus productos, su marketing, su público y su meta:
conseguir el poder, gobernar.
Como ciudadano posiblemente votarás a uno u otro, pasarás de
votar o cambiarás de partido como de chaqueta. También, posiblemente, serás
fiel a tu partido a pesar de todos sus defectos y sus corruptelas.
Vamos a repasar los cuatro partidos que en las últimas
elecciones se han repartido los votos de la gran mayoría de españoles, donde
los votantes han depositado sus ilusiones. Los españoles seguimos siendo muy ilusos,
es decir… propensos a ilusionarnos con demasiada facilidad, sin tener en cuenta
la realidad. Y ellos lo saben.
PP
Es un partido conservador, la derecha clásica. Nació con el
nombre de Alianza Popular en los años de la Transición y se refugiaron en el
mismo muchos franquistas “de toda la
vida”, pero con visión de futuro. También fue el partido de personas con
simple mentalidad de derecha, empresarios, caciques, altos cargos y en definitiva
de todos aquellos que hablaban de un cambio, pero sin perder privilegios y
posición. Un cambio ciertamente interesado… el régimen anterior ya no tenia
futuro.
Si vemos los políticos que fueron y los que ahora son,
podemos confirmar nuestra definición anterior. Abuelos, padres e hijos,
familiares y amigos, toda una generación capaz de vivir y sobrevivir con
cualquier régimen… y además sacar beneficio.
Fortalezas: conocen muy bien la democracia, la orgánica y la
actual. Es un grupo muy cohesionado, disciplinado y autoritario, los que van
por libre… duran poco. A su derecha no existen formaciones políticas de cierta
entidad. Sus votantes son muy fieles y carecen de espíritu crítico para
abandonar la formación o dar el voto a otros. Sobre todo porque no hay “otros”.
Debilidades: se han quedado anquilosados, no hay renovación entre
sus filas. La edad de sus votantes es preocupantemente alta, la mayoría de sus
votantes viven en pueblos o pequeñas ciudades. Han tenido un exceso de casos de
corrupción y son vistos como una derecha reaccionaria, poco europea,
ciertamente corrupta y con muchos posos del franquismo.
PSOE
La izquierda clásica. Se refundó en los primeros años de la
Transición y en su filas militaron todos aquellos que combatieron el
franquismo, visitaron sus cárceles y pensaban que la democracia era la única
vía posible. En su momento se les llamó rojos, marxistas, radicales, extremistas,
izquierdosos y otros epítetos… que ahora se vuelven a repetir para definir a
otra formación política. Al final, nada nuevo.
Sus votantes, además de sus combativos afiliados, fue un número
importante de ciudadanos que realmente querían un cambio, algo de justicia
social y conocer la democracia real… no la orgánica. Con el paso del tiempo, dejaron
de parecer tan “rojos” y tan “radicales”. Del rojo al rosa pálido sin
transición, sin pudor y también con corrupción.
Fortalezas: conocen la democracia y lucharon por su llegada.
Siguen siento, por lo menos lo intentan, un referente de la política de
izquierdas. Si se observa un mapa político, de cómo quedó dividida España al
comienzo de la Guerra Civil, podemos adivinar de donde sacan sus votos el PP y
el PSOE… increíble pero cierto.
Debilidades: sus votantes suelen ser bastantes críticos, no
tienen problemas en dejarles sin voto, abstenerse o dar el voto a otra
formación más a su izquierda. A su izquierda existen formaciones políticas
importantes, capaces de restarles votos. Por la derecha pierden votos,
cuando aparece alguna formación de “centro”.
Sus “barones” tienen cierta tendencia
a discrepar, a opinar y a incordiar.
CIUDADANOS
Son, junto con PODEMOS, los que encabezan la “renovación política” y la lucha contra
el bipartidismo. En esencia es una agrupación de derecha que intenta ocupar el
centro para conseguir más votos.
Fortalezas: se presentan como una derecha moderna, europea,
joven, limpia, conciliadora, pronta a pactar y sin posos franquistas. Un
espacio para aquellos a quienes el PP e incluso el PSOE les ha defraudado y
desean un cambio… dentro de un orden.
Debilidades: muchos de sus afiliados son “fugados” de otras formaciones políticas, donde no había futuro
para ellos. Partido de aluvión, de segunda oprtunidad, para volver a intentar tener un nombre en
política. Declaraciones confusas e incluso contradictorias de algunos de sus
líderes… fruto de lo anteriormente mencionado. Falta de definición política,
jugar en el centro y avanzar siempre por la derecha.
PODEMOS
Junto con CIUDADANOS, otro partido emergente. Agrupa el
descontento de una izquierda desilusionada con la política y los partidos tradicionales
de izquierda. Jóvenes y no tan jóvenes que empezaron a protestar y gritar en la calle: “No nos representan”. La crisis,
los recortes y la desilusión conformó un partido político, saco de la calle una
protesta –cada vez más crítica– y la encauzó a “ocupar” el Congreso con los votos en vez de “rodearle”. Hacer el cambio desde dentro, jugar con sus reglas… en
vez de enfrentarse a multas y antidisturbios.
Fortalezas: se presenta como una izquierda real, con ilusión,
renovada y pronta a realizar una mejora social. Agrupa un voto joven que mira
con nuevos ojos la política. Las grandes ciudades son sus principales bazas.
Debilidades: su espíritu crítico, enfrentamiento con el político
tradicional, falta de realismo, falta de cohesión e incluso puntos de vista
enfrentados, algo muy típico en la izquierda que favorece la atomización y la
disgregación del grupo inicial. Exceso de debate interno, gestos e incluso
discurso forzado. Centro de todas las críticas y epítetos de los otros grupos:
antisistemas, radicales, extrema izquierda, bolivarianos, bolcheviques,
independentistas y lo que se tercie llamarles según el momento político que se
viva. Recuerda, eso si, los “piropos”
que se llevo el PSOE cuando apareció en la arena política.
Estos son los grandes del cuatripartidismo que han
reducido a la mínima expresión e incluso obligado a desparecer, al resto de los
partidos. Votes al que votes, recuerda que todos quieren… lo mejor para tí y
para España. Es tu responsabilidad creértelo y votar en consecuencia, al final
de la legislatura siempre puedes rectificar tu voto para la siguiente.
No sé por qué sospecho que un analista ta objetivo terminó votando a Podemos, ese partido que nació en la Universidad, ay no! perdón en la calle quise decir.
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