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Esperanza Aguirre, un personaje maltratado por la corrupción que
dimite de lo que quiere, cuando quiere y como quiere… y vuelve cuando le da la
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Se va para volver con más fuerza, para refundarse en lo personal, para hacer examen de conciencia y realizar un acto de contrición, por ella y por su partido. Se va… pero volverá.
No hace mucho nos sorprendió a todos dejando la Presidencia de la Comunidad de Madrid por “motivos personales”. Nunca se supo con claridad los “motivos” ni los “personales”. Pero si fue cierto que poco tiempo después, su sucesor en la Comunidad, tuvo que bregar con un “marrón” apellidado Granados.
Pitonisa y adivina, Aguirre salió de la Comunidad antes de la tormenta. Durante un tiempo se aburrió como asesora de la Secretaria de Estado y Turismo e incluso ganó un dinerillo extra como consejera de Seeliger y Conde. Nimiedades todo lo anterior, en el 2015 Esperanza vuelve con fuerza a la política activa, Rajoy la designa candidata por el PP a la alcaldía de Madrid.
Para suerte de los madrileños no sale de alcaldesa, pero para desgracia del PP sigue ejerciendo de lideresa. Desde entonces hasta ahora, sus broncas maneras, su animadversión a PODEMOS y su negación de la corrupción (en su entorno), han marcado una etapa que se cierra con su dimisión como Presidenta del PP de Madrid. Porque Esperanza Aguirre dimite de lo que quiere, cuando quiere y como quiere… y vuelve cuando le da la gana.
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