Entrevistas con la Historia: Francisco, el papa de todos

Un momento de la entrevista, donde se habló de alienígenas, 

de los problemas carnales y de Trump.

Vestido de largo, todo de blanco, con crucifijo, solideo y aroma a santidad. Es Francisco, el papa de todos los católicos, un hombre campechano y cercano. Nos recibe en una de la habitaciones del Vaticano y nos propone utilizar el castellano o el latín durante la entrevista. Nos inclinamos por el castellano.

Algunas veces las preguntas pueden parecer de perogrullo, pero en este tipo de entrevista son imprescindibles… comenzamos.


¿Cree en Dios?
Soy la cabeza visible de la Iglesia Católica, además de soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano. Pero sobre todo, respondiendo a la pregunta, soy el representante de Dios en la Tierra. Y como tal tengo la potestad de declarar dogmas en materia de fe y moral, en esto soy infalible siempre y cuando hable “ex cáthedra”. 

Si, Dios existe, te lo confirmo desde mi infalibilidad. Y yo, como ya te he comentado, soy su humilde emisario, su enviado, su representante, su apoderado, su mandatario o como quieras llamarlo. Eso si, con plenos poderes y atribuciones pero sin un contrato, papel o legajo que lo ratifique. Otro misterio insondable como el de la Santísima Trinidad.

¿En ese caso, y disculpe mi cósmica ignorancia teológica, en otros planetas con vida inteligente podrían existir igualmente papas?
¡Correcto!, podrían conocer la palabra de Dios y por lo tanto tener papas. Alienígenas, pero papas al fin y al cabo. Además de santos y posiblemente también mártires, por supuesto todos ellos alien.


¿Y como en el planeta Tierra, podrían coexistir en esos planetas otras religiones?

Sería factible, pero recuerda que ocurriría igual que en la Tierra… esas no serían la verdadera religión. En la Tierra se toleran y se aceptan otras religiones, pero son de pega.

¿Pero si Dios nos creo a su imagen y semejanza… los alienígenas?
Dios dispone de “avatares” infinitos, en nuestro planeta utilizó el avatar humano o terraqueo para crearnos. En Marte, si estuviera habitado, podría haber utilizado el avatar marciano. Eso no es problema para él, recuerda que Dios es el Creador Supremo. Igual que te crea una galaxia, te genera una raza alienígena a su imagen y semejanza. Así funciona nuestro Señor… impresionante en su magnificencia.


¿Y si nosotros hubiésemos sido creados por un ser alienígena?
Daría igual, ese ser habría sido creado por Dios. Simplemente seriamos el subdirectorio de un directorio que a su vez reside en el disco local. Dios es el único disco y puede tener tantos directorios y subdirectorios como le plazca.

Nunca lo había visto desde un punto de vista tan informatizado.
La Iglesia también acoge en su seno las nuevas tecnologías.


Cielo e Infierno, ¿se mantienen?
Además de Purgatorio y Limbo. Hay que prometer premios o castigos según nuestro comportamiento en la tierra. Si damos carpetazo a estos temas la vida en la tierra sería un desastre, sin alicientes, sin premios ni castigos por comportamientos inadecuados. Es así y fíjate la cantidad de asesinatos, robos, vejaciones y corrupción que se dan diariamente. Algunos se comportan como sino hubiera un mañana.

En esto siempre hemos seguido la línea que han marcado otras religiones, incluso las paganas. Hay que prometer premios celestiales y castigos infernales… ¿lo pillas?


Lo pillo… Vamos a centrarnos en temas más inteligibles, más terráqueos, más humanos y más carnales, como el problema de la pedofilia en el seno de la Iglesia.
No es un problema nuevo, sino un problema viejo no resuelto. Tenemos un 2% de homosexuales atraídos por adolescentes y un número indeterminado de heterosexuales atraídos por niñas. El sexto mandamiento siempre ha traído de cabeza a la Humanidad… y nosotros somos parte de esa Humanidad.

Estamos volcados con el tema: creación de un tribunal, comisiones, comités, estudios, más comisiones, investigaciones y más comités, igual que hacen los políticos para combatir la corrupción. También vamos a promover un celibato más serio y responsable.


¿Pues en política este tipo de medias para combatir la corrupción no han cosechado muchos éxitos?.
Porque les falta las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Tampoco tienen a alguien infalible al frente.


Siguiendo con los tema carnales… ¿Cuál es la posición de la Iglesia sobre la homosexualidad?.
Me repito, tampoco es este un problema nuevo, sino un problema viejo no resuelto. El Catecismo de la Iglesia Católica es claro al respecto, son actos desordenados y contrarios a la ley natural. Pero no podemos discriminarles, deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Las personas homosexuales están llamadas a la castidad y por supuesto al celibato.


“Castidad y celibato”, parece el banderín de enganche perfecto para enrolar a estas personas dentro de la organización eclesiástica.
Bueno, no lo había pensado… Nosotros somos muy buenos ordenando los actos desordenados e incluso la castidad y el celibato también son, hasta cierto punto, contrarios a la ley natural. Al final, nos unen a ellos más cosas que nos separan.

Santidad, mientras nos definamos como heterosexuales, bisexuales u homosexuales en vez de sencillamente sexuales, seguiremos enfrentados en el sexo.
Pues haz como nosotros… castidad y celibato. Te quitas de problemas y te ahorras discusiones. Sodoma y Gomora no es opción, puede ser divertido, pero no es una buena opción.


… pues a un 2% o más, castidad y celibato no les ha dado resultado.
Es que no estaban llamados por Dios, tocados por su gracia divina para servir en la Iglesia.

Para terminar, hace unos días ha tenido una entrevista con el mandatario de los Estados Unidos. ¿Defina a Donald Trump?
… las personas como Trump también deben de ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza.

¿Es homosexual?
No me estoy refiriendo a las inclinaciones sexuales del mandatario.


Quedan pendientes cientos de preguntas y temas espinosos por tratar. Una institución con siglos de existencia siempre tiene mucho que contar, mucho que decir y mucho por hacer. Amén


Para ahondar más en el tema: Entrevista con Dios Topoderoso