Las
conocidas como start-ups (empresas que funcionan a través de aplicaciones
informáticas para dispositivos móviles y ordenadores) no son tan actuales como
nos quieren hacer creer. En el siglo XVIII una de estas empresas ya funcionaba,
utilizando la tracción humana para el transporte de personas. Realeza, nobleza,
clero y alta burguesía eran los principales clientes.
En la actualidad, la
empresa se ha modernizado pero continua utilizado la tracción humana para el
transporte de alimentos y objetos variados. Un colectivo de público joven,
entre 20 y 35 años, moderno, progre, cool y muy versado en las nuevas
tecnologías, son los nuevos clientes. Otro colectivo más joven y más
desfavorecido que el anterior, entre 18 y 25 años, son los que utilizan la tracción
humana para dar el servicio.
En el
siglo XVIII los porteadores eran “siervos”,
y no se tiene conocimiento de que cobraran salario. En la actualidad les llaman
“riders” (jinete, ciclista, motociclista),
no tienen ninguna vinculación con la empresa, son autónomos (falso autónomos) por necesidad y
cobran por obligación… un mínimo por entrega.
(*) Muchas de las empresas de éxito conocidas como start-ups, son simples
intermediarios (Deliveroo, Glovo, Just Eat, Uber, Cabify, etc). Ponen en contacto una empresa con sus posibles clientes. Para
hacer rentable el negocio se precisan dos cosas:
A) negociar con las empresas un margen rentable por
cada producto comercializado.
B) conseguir que el producto llegue al cliente a un precio insignificante, tirando a ridículo.
El primer punto es complicado de conseguir, los
fabricantes no están dispuestos a ceder mucho margen de sus ganancias. El
segundo punto es mucho más sencillo, la crisis y la reforma laboral ha puesto
en el mercado una gran cantidad de jóvenes y desempleados dispuestos a trabajar
como, cuando y donde sea.
Curiosamente, son estos “riders” los que hacen posible el funcionamiento
físico de la empresa tan tecnológicamente avanzada. Sin ellos la aplicación no
tendría ninguna utilidad… nadie llevaría el producto de una determinada empresa
al cliente. En la actualidad este tipo de empresas están creciendo y
diversificándose, además de llevarte a casa comida también te pueden servir
pañales, preservativos, la compra del mercado… lo que sea que precises.
Últimamente también transportan personas, funcionando como taxis y compitiendo con ellos. En estos casos no eres un "rider", eres un "chofer", es otro nivel. La empresa paga la licencia y pone la aplicación... tú pones el resto: el coche (uno aparente y de color oscuro, no vale cualquiera), el seguro, la gasolina, el mantenimiento, revisiones, averías, pagas el impuesto municipal y ademas te haces autónomo. De cada recorrido, que te comunican vía aplicación, te llevas un margen. Como hay que ser competitivo y competir por precio con un taxi, ya te puedes imaginar el margen que te vas a llevar por cada viaje. Un porcentaje que ya te pagaran en su momento, el dinero del recorrido se pacta y lo ingresa el cliente mediante la aplicación. Tú te llevas las gracias del cliente y con suerte la propina. Ya puestos, tal vez sea más interesante participar en los otros "negocietes" donde en vez de coche pones bici y unas buenas piernas.
La idea es buena, su público es gente sin tiempo que precisa de un servicio en su casa o en la empresa... el problema es el método. Precisas una gran cantidad de "recaderos" a precio de saldo, que sea autónomos y no empleados, para que el negocio prospere. No es como tener una plantación de algodón y hacerla rentable mediante el trabajo de esclavos... pero tiene un punto canalla que recuerda esos tiempos. Tiempos gloriosos, inolvidables y rentables que seguramente algunos añoran.
Últimamente también transportan personas, funcionando como taxis y compitiendo con ellos. En estos casos no eres un "rider", eres un "chofer", es otro nivel. La empresa paga la licencia y pone la aplicación... tú pones el resto: el coche (uno aparente y de color oscuro, no vale cualquiera), el seguro, la gasolina, el mantenimiento, revisiones, averías, pagas el impuesto municipal y ademas te haces autónomo. De cada recorrido, que te comunican vía aplicación, te llevas un margen. Como hay que ser competitivo y competir por precio con un taxi, ya te puedes imaginar el margen que te vas a llevar por cada viaje. Un porcentaje que ya te pagaran en su momento, el dinero del recorrido se pacta y lo ingresa el cliente mediante la aplicación. Tú te llevas las gracias del cliente y con suerte la propina. Ya puestos, tal vez sea más interesante participar en los otros "negocietes" donde en vez de coche pones bici y unas buenas piernas.
La idea es buena, su público es gente sin tiempo que precisa de un servicio en su casa o en la empresa... el problema es el método. Precisas una gran cantidad de "recaderos" a precio de saldo, que sea autónomos y no empleados, para que el negocio prospere. No es como tener una plantación de algodón y hacerla rentable mediante el trabajo de esclavos... pero tiene un punto canalla que recuerda esos tiempos. Tiempos gloriosos, inolvidables y rentables que seguramente algunos añoran.
En unos años se espera que se reduzca el número de
empresas, dando lugar al monopolio de unos pocos. Lo inteligente en estos casos
es crear la empresa, buscarla un nicho, generar buena publicidad de la misma… y
luego venderla. También empiezan a surgir nuevas empresas para dar servicio a
este tipo de start-ups. También ellos son intermediarios, agrupan a los “riders”,
transportistas, chofer, porteadores o como se les quiera llamar y ofrecen sus
servicios. De esta manera las start-ups no tienen que ponerse a buscar
“autónomos”, estas empresas se lo van a proporcionar. Lógicamente, si antes
ganabas poco ahora menos.
“La parte
contratante de la primera parte, es la parte que te contratará para trabajar
con la primera parte, sin significar por ello que tu seas una tercera parte,
aunque por el tipo de contrato lo parezcas”.
Esto es liberalismo en estado puro, se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío, depende.
ResponderEliminarA mucha gente joven, coger una bici y ganarse unos dinerillos por hacer un recadito, en vez de estar parado y sin hacer nada de provecho, puede estar muy bien. Es lo de siempre, podemos empezar a criticar o verle el lado positivo, luego nos quejamos de que si los jóvenes , no hacen nada, que son unos NINIS, pues mira por donde estas starts ups, puede hacer que muevan el culo.
Un saludo.
Que vergüenza y este payaso dice k liberalismo.osea que como no hay trábajos decentes para los jóvenes venga que sean sirvientes por que la mierda que ganan para el trabajo que hacen eso es una puta miseria puto liberales que quieres pasta sin mover el culo hijos de putas basuras ya os llegará la hora cuando qué memos vuestro dinero y vuestras casas malnacidos usureros y aprovechadores
Eliminar"start-ups; empresas que funcionan a través de aplicaciones informáticas para dispositivos móviles y ordenadores". Discrepo notablemente de su definición de start-up. Una empresa tecnológica no tiene porqué ser necesariamente una start-up y viceversa. El concepto de start-up tiene más haber con el tipo de inversión y su crecimiento en rentabilidad y no tanto con el proceso tecnológico que implique.
ResponderEliminarMultinacionales ( microsoft,daimler,Google),fondos de capital riesgo,lobbies,etc tras mas 100 años van a saco a por el negocio del taxi. Romper mercado,inicialmente, saltarse el obstáculo de "servicio público " y meterlo en el mercado de la oferta y la demanda. Eso si,sólo interesa la parte magra,viajes,aeropuertos,empresas, la anciana,madre con bebes,discapacitados permanentes o temporales esos de servicio de "3 ó 4 calles más allá"..no..eso los taxis,estos lógicamente pondrán precio,por ejemplo, 6€. Al final donde estará el s.público como bus y metro. Eso gracias a la inacción política y la estratégia de grupos financieros depredadores via uber,cafify u otros futuros.
ResponderEliminar