¿Sexo oral o escrito? (*)

El sexo oral es algo físico, real. El escrito es una experiencia intelectual que habita en nuestra imaginación. Mientras el sexo escrito puede ser detonante del sexo oral, es difícil que el sexo oral anime a una experiencia de sexo escrito. Pero escrito después de oral, suele ser un recurrente para volver a iniciar sexo oral.

Todo esto puede resultar algo enrevesado de explicar por escrito, pero más fácil de entender por oral. La ventaja es que todo lo que lleva la palabra "sexo", nos anima a probar y experimentar.

El Marqués de Sade, un escritor bizarro, era muy sincero: "Me considero muy bien dotado para el sexo escrito, pero tengo poca o ninguna cualidad para el sexo oral". Guillaume Apollinaire en una ocasión afirmó: "El sexo escrito puede desencadenar sexo oral, pero en soledad se reducirá a simple onanismo". Henry Miller comentó a un periodista: "El sexo escrito tiene una profundidad de la que siempre carecerá el oral". Marguerite Duras al hablar de su novela "El amante" fue muy esclarecedora: "En sexo escrito te sitúa en una dimensión imposible de alcanzar con el oral". Lógicamente son opiniones muy sesgadas, ya que corresponden a personas muy dotadas para el sexo escrito... pero con posibles carencias para el oral. Aún así, nos sirven de referencia.

No todas las personas están dotadas para uno u otro, como todo en esta vida hay personas que tienen un don para el oral o para el escrito. Solo los grandes genios tienen actitudes para ambos. El resto de mortales, por desgracia, no tienen grandes aptitudes para ninguno. Convivir con un "genio" o alguien con un "don", suele ser toda una experiencia intelectual, física o ambas.

Es un tema abierto al debate y deja el camino despejado para reflexionar sobre otros temas, entre ellos... el de las "pajas mentales".


(*) Las citas son apócrifas